Cuando compites y representas a todo un país,
no luchas por el trofeo que tienes enfrente,
lo haces por las miles de personas que tienes detrás,
momentos antes de un partido decisivo,
en el vestuario hay concentración, nervios,
adrenalina, y mucha mucha ILUSIÓN.
Sientes que tienes algo muy grande a tu alcance
/todavia no has jugado y ya estás sudando...
... dimelo a mí./
También es allí dentro del vestuario donde
donde se pronuncian las palabras que se
te quedan grabadas para siempre... las que te tocan
la fibra. Palabras que te recuerdan los motivos por
los que dejarte la piel. Esos motivos que te hacen sentir
la fuerza de todos aquellos que saltan contigo en casa,
en la grada, en la calle...
Ahora imagina que estas en el vestuario con los jugadores
y que eres tú el que pronuncia esas palabras....
¿qué les dirias?
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